Mostrando entradas con la etiqueta Científicos e inventores famosos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Científicos e inventores famosos. Mostrar todas las entradas

¿A quién se le llamaba el mago de Menlo Park?


Thomas Alva Edison (1847-1931) El hombre llamado "El Mago de Menlo Park" fue probablemente el mayor inventor del mundo. Inventó muchas cosas a lo largo de su vida.

El invento más famoso de Edison fue la bombilla eléctrica incandescente. En las lámparas de los tipos que se usaban antes de los días de la electricidad, algo tenía que arder para hacer luz. El queroseno se quema en una lámpara de queroseno, y el gas se quema en una lámpara de gas. Una vela emite luz cuando la cera que contiene se quema. En una bombilla incandescente se calienta algo blanco caliente para que brille. No se quema, al menos durante mucho tiempo.

Alrededor del año 1879 muchos hombres estaban tratando de hacer una buena bombilla incandescente. Tres cosas eran necesarias. Una era una forma de calentar el material hasta que brillara. La electricidad hace esto fácilmente cuando el material está en forma de un hilo fino, llamado filamento. Otra era una manera de mantener el aire fuera para que el filamento no se quemara. Edison resolvió este problema sellando el filamento de una bombilla de vidrio desde la que bombeaba el aire hacia fuera. El tercero era el mayor problema de Edison, conseguir una especie de filamento que brillara caliente durante mucho tiempo.

Para cuando Edison comenzó a trabajar en su lámpara incandescente, ya era un inventor exitoso con un equipo de asistentes. Envió a algunos de sus hombres a lo largo y ancho del país para que trajeran material para filamentos a su laboratorio en Menlo Park, Nueva Jersey.

De los miles de filamentos diferentes que probó, los hechos de carbono fueron los mejores. Los filamentos de carbono se fabricaban carbonizando las fibras de madera, y algunas fibras de madera funcionaban mejor que otras. Se hizo otra larga búsqueda. Finalmente se encontró cierto tipo de fibra de bambú que parecía buena. El 21 de octubre de 1879, la primera bombilla de Edison hecha con un filamento de bambú carbonizado estaba lista para ser probada.

La bombilla estaba encendida. Brillaba con una hermosa y suave luz. Edison y sus ayudantes miraron sin aliento para ver cuánto tiempo iba a brillar. Hora tras hora miraban. Nadie quería dormir. Miraron durante dos días y dos noches enteras, y la lámpara aún brillaba. Fue un éxito.

Desde entonces, las bombillas incandescentes han mejorado mucho. Después de que Edison demostró que tales lámparas se podían hacer, mucha gente se interesó en tratar de hacer mejores lámparas.

Edison nació en Milán, Ohio. No le gustaba la escuela, pero le gustaba que su madre le enseñara en casa. También le gustaba aprender cosas por sí mismo leyendo y experimentando. Tenía un laboratorio en el sótano de su casa.

Edison empezó a ganar dinero cuando era muy joven. Quería comprar para sí mismo lo que necesitaba para sus experimentos.

Antes de cumplir 15 años publicó un periódico al que llamó el Weekly Herald. Su imprenta estaba instalada en el vagón de equipajes de un tren en el que trabajaba.

Un día Edison salvó la vida de un niño. El padre del niño recompensó a Edison enseñándole a ser operador de telégrafos. Como operador telegráfico, Edison encontró formas de mejorar los métodos de envío de mensajes por telégrafo.

Los inventos de Edison son más de 1.000. Entre ellos, además de la bombilla incandescente, son importantes las películas, el fonógrafo, el telégrafo múltiplex, el transmisor telefónico de carbono y el micrófono. Todos nosotros le debemos mucho a este famoso inventor.

.

¿Quién fue Lord Kelvin?


Wílliam Thomson, Lord Kelvin (1824-1907) fue un físico escocés. Es conocido tanto por su investigación básica en diversas formas de energía, como la mecánica, el calor, la luz y el sonido, como por sus inventos. Su padre era profesor de matemáticas en la Universidad de Glasgow y dio a todos sus hijos una buena educación. Tanto William como su hermano mayor enseñaban en la universidad cuando eran grandes. William fue nombrado caballero por su trabajo en el Cable transatlántico.

Entre sus contribuciones a temas teóricos, la Segunda Ley de la termodinámica (disipación de energía) es más conocida. Él inventó la escala de temperatura Kelvin. Sus estudios también condujeron al desarrollo de refrigeradores y congeladores modernos. Inventó el galvanómetro de espejo y un tipo de brújula que no era perturbada por el hierro en un barco.

Era un profesor apasionante que mantenía su aula llena de artilugios y los demostraba durante las conferencias. A menudo usaba a sus amigos científicos como sujetos de demostraciones humorísticas; pero siempre estaba dispuesto a encontrar usos prácticos para los descubrimientos de los amigos y para promover sus invenciones.

.

Datos fascinantes del gran Albert Einstein




1. Nacido: Albert Einstein nació en Ulm, Alemania, de padres Hermann y Pauline Einstein. A los 29 años, su padre se casó con Pauline Koch. Ella era once años menor que él. Nació a las 11:30 de la mañana del viernes 14 de marzo de 1879. Sus padres habían planeado llamar al niño Abraham, en honor a su abuelo paterno. Pero ellos pensaron que el nombre se sentía "demasiado judío" y terminaron llamándolo Albert.

2. Cabezón de nacimiento: Albert tenía la cabeza gorda cuando nació. Esto sorprendió a su madre y a su abuela cuando lo vieron por primera vez. Sin embargo, la cabeza gorda disminuyó lentamente y se convirtió en un tamaño normal.

3. Dificultad para hablar durante la infancia: Einstein no habló hasta los tres años. Él reveló a su biógrafo este hecho sobre el retraso de sus habilidades para hablar. Hoy en día existe un término, "Síndrome de Einstein", que fue acuñado por el Dr. Thomas Sowell, para describir a personas excepcionalmente brillantes cuyo habla se retrasa.

4. Primeros años: pasó su adolescencia en Múnich. Su familia operaba un negocio de equipos eléctricos en la ciudad. A Einstein le gustaba trabajar en rompecabezas, erigir estructuras complejas con sus juegos de construcción de juguetes. Según su hermana Maja Einstein, Albert Einstein podía erigir estructuras de cartas de hasta catorce pisos.

5. Su amigo: Se vio afectado por la compañía de un estudiante de medicina a quien invitaba a comer todos los jueves. El estudiante llamado Talmud le trajo libros de ciencias, incluyendo una popular serie ilustrada llamada People's Books on Natural Sciences. La compañía de estos libros despertó el interés de Einstein en gran medida por las ciencias que persiguió hasta el final de su vida.

6. Escuela: No se sentía cómodo en la escuela porque no le gustaba el estilo de enseñanza. No creía en el entrenamiento sistemático en la adoración de la autoridad y en cambio promovía la individualidad y el libre pensamiento sin ningún sesgo. Una vez dijo: "Una fe insensata en la autoridad es el peor enemigo de la verdad".

7. ¿Por qué era diferente? Su éxito es atribuido por muchos a su enfoque poco convencional del aprendizaje, desafiando a la autoridad y obsesionándolo con misterios que otros no encontraban divertidos. Einstein insistió en la importancia de la individualidad.

8. Un síntoma de desorden psiquiátrico: A lo largo de su vida, tuvo una forma leve de ecolalia, lo que le hizo repetirse frases a sí mismo, dos o tres veces, especialmente si le gustaban. Le gustaba pensar en imágenes, una táctica importante de algunos de los pensadores y científicos más renombrados del mundo, entre ellos Nikola Tesla.

9. El lóbulo parietal en el cerebro de Einstein era un 15% más grande que el de un cerebro promedio.

10. Fascinación por la ciencia: el comienzo de la fascinación de Einstein por la ciencia vino de una brújula de bolsillo, que le mostró su padre cuando el niño tenía cinco años. Se preguntaba qué era lo que hacía el punto de aguja en una dirección determinada y no en otra. Este fue el comienzo de su larga e ilustre carrera científica, que lo hizo famoso en todo el mundo. Más tarde citó: "Todavía me acuerdo -o al menos creo que me acuerdo- de que esta experiencia me causó una profunda y duradera impresión".

11. Su científico favorito: Galileo Galilei era su científico favorito.

12. ¿Sabías que Sir Isaac Newton nació el año en que murió Galileo Galilei y Einstein el año en que murió Maxwell?

13. No apto para el empleo: sus profesores no lo consideraban un buen estudiante y se negaron a recomendarlo para un nuevo empleo.

14. Fracaso a los 16: a los 16 años, se dice que falló en un examen que le habría permitido entrenar para convertirse en ingeniero eléctrico.

15. ¿Sabías que Einstein escribió su primer ensayo sobre física teórica a la edad de 16 años, que tituló "Sobre la investigación del estado del éter en un campo magnético"?

16. El olvido fue una gran parte de su personalidad desde su infancia. A menudo dejaba su maleta y no podía llevar un registro de sus llaves.

17. Ciudadanías: Nació alemán y judío. Einstein renunció a su ciudadanía alemana en 1896. Se hizo ciudadano suizo en 1901. Sin embargo, murió en 1955 como ciudadano estadounidense.

18. Einstein recibió la ciudadanía suiza a condición de poder conseguir un trabajo permanente en el país. También tuvo que pagar alguna cuota para obtener la ciudadanía. Ahorraba algo de dinero cada mes para poder pagar dicha cuota. Quería ser ciudadano suizo porque admiraba el país que respetaba la individualidad y la privacidad de sus residentes.

19. No sabía nadar: Nunca aprendió a nadar. Sin embargo, le encantaba navegar y continuó haciéndolo como hobby a lo largo de su vida. Además, Einstein nunca usó calcetines. Pensaba que llevar calcetines era una molestia, y a menudo le hacían agujeros.

20. Un fumador ávido: Su amor por fumar era tan enorme que le atribuyó a su hábito de fumar en pipa un efecto calmante y crítico. La técnica para visualizar las cosas y los experimentos le ayudó mucho.

21. Inventó el refrigerador: Sorprendentemente, Einstein también co-inventó un refrigerador que funcionaría con gases comprimidos. También es considerado el hombre detrás de las invenciones, tales como las células fotoeléctricas, los láseres, la energía nuclear, la fibra óptica e incluso los semiconductores.

22. Einstein tuvo problemas para conseguir un trabajo académico. Curiosamente, le tomó 9 años antes de que pudiera finalmente aterrizar en su primer trabajo después de graduarse del Politécnico de Zurich en 1900.

23. Einstein fue nombrado por segunda vez Experto Técnico Clase 3 de la Oficina Federal de Propiedad Intelectual. Allí se le pagaban 3.500 francos anuales y tenía que trabajar ocho horas al día, seis días a la semana. Disfrutó de su trabajo hasta el fondo, que consistía en examinar las solicitudes de patente. Después de unos días de servicio, se dio cuenta de que podía hacer el trabajo de todo el día en sólo unas pocas horas y así utilizó el tiempo libre restante en la oficina para hacer su trabajo científico y su pensamiento.

24. A los 30 años, en 1909, se trasladó a Zurich y fue nombrado profesor junior en la Universidad de Zurich. Einstein tenía un estilo distinto de enseñanza. Utilizaba tarjetas en lugar de papeles para preparar las notas y también anotaba sus ideas durante las conferencias. Además, permitía que sus alumnos lo interrumpieran; también se detenía y preguntaba a sus alumnos si lo seguían. Esta interacción entre el profesor y los alumnos era única en la época.

25. Einstein se convirtió en una de las caras más famosas del planeta cuando su predicción de que la gravedad dobla la luz fue confirmada durante un eclipse en 1919.

26. Otro hecho interesante sobre el científico alemán es que tenía mala memoria. No podía recordar nombres, fechas o números de teléfono.

27. Premio Nobel de 1921: el Premio Nobel de Física de 1921 fue otorgado a Albert Einstein "por sus servicios a la Física Teórica, y especialmente por su descubrimiento de la ley del efecto fotoeléctrico".

.

Frases de Louis Pasteur

  • La fortuna juega a favor de una mente preparada.
  • Las ciencias aplicadas no existen, sólo las aplicaciones de la ciencia.
  • La ciencia es el alma de la prosperidad de las naciones y la fuente de vida de todo progreso.
  • Desgraciados los hombres que tienen todas las ideas claras.
  • Si no conozco una cosa, la investigaré.
  • Un poco de ciencia aleja de Dios, pero mucha ciencia devuelve a Él.
  • Sorprendernos por algo es el primer paso de la mente hacia el descubrimiento.
  • Duda siempre de ti mismo, hasta que los datos no dejen lugar a dudas.
  • No le evitéis a vuestros hijos las dificultades de la vida, enseñadles más bien a superarlas.
  • Los verdaderos amigos se tienen que enfadar de vez en cuando.
  • En el campo de la investigación el azar no favorece más que a los espíritus preparados.
  • Es la superación de dificultades lo que hace héroes.

-----------------------------------------------------------

Frases famosas de Louis Pasteur. Citas célebres de Louis Pasteur. Reflexiones de Louis Pasteur.

10 frases de Thomas A Edison


1. No sabemos ni un cienmillonésimo de nada.

2. El genio es un uno por ciento de inspiración y un noventa y nueve por ciento de sudor.

3. Toda persona debe decidir una vez en su vida si se lanza a triunfar, arriesgándolo todo, o si se sienta a ver el paso de los triunfadores.

4. Quien no se resuelve a cultivar el hábito de pensar, se pierde el mayor placer de la vida.

5. Una experiencia nunca es un fracaso, pues siempre viene a demostrar algo.

6. Que algo no funcione como tú esperabas no quiere decir que sea inútil.

7. Las personas no son recordadas por el número de veces que fracasan, sino por el número de veces que tienen éxito.

8. No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de como no hacer una bombilla.

9. Para tener una idea genial, ten montones de ellas.

10. Hay una forma de hacerlo mejor -encuéntrala.

--------------------------------------------------

10 frases famosas de Thomas A Edison. Citas célebres de Thomas A. Edison. Reflexiones de Edison.

Frases de Stephen Hawking


  1. Uno no puede discutir con un teorema matemático. 
  2. Limitar nuestra atención a cuestiones terrestres sería limitar el espíritu humano. 
  3. Preguntarse qué había antes del Big Bang es como preguntarse qué hay al norte del polo norte.
  4. La vida sería trágica sino fuera graciosa. 
  5. Casi no he conocido matemáticos que razonen. 
  6. Inteligencia es la habilidad de adaptarse a los cambios.
  7. Cada vez que escucho hablar de ese gato, empiezo a sacar mi pistola [en relación a la Paradoja de Schrödinger]
  8. Dios no sólo juega a los dados: a veces los tira donde no podemos verlos. 
  9. El universo no solo tiene una historia, sino cualquier historia posible. 
  10. Actualmente aún nos esforzamos por saber por qué estamos aquí y de dónde venimos realmente.
  11. La voz que utilizo es la de un antiguo sintetizador hecho en 1986. Aún lo mantengo, debido a que todavía no escucho alguna voz que me guste más, y porque a estas alturas, ya me identifico con ella. 

James Clerk Maxwell

   James Clerk Maxwell (1831-1879) fue un célebre matemático y físico ingles, nacido en Edimburgo, Escocia. Desde temprana edad dio prueba de su genio, pues escribió su primer artículo científico a la edad de 15 años. Estudio en la Universidad de Edimburgo y en la de Cambridge y se graduó en esta última con grandes honores, en 1854. Después de servir como profesor en diversas universidades, fue nombrado para el puesto de profesor de física experimental del famoso Laboratorio Cavendish, de la Universidad de Cambridge, posición que mantuvo el resto de su vida.
Su obra capital, Electricidad y Magnetismo (1873), recoge y sistematiza todos los anteriores trabajos llevados a cabo en esas dos ramas de la física, incluyendo las investigaciones de Miguel Faraday. Sus ideas proporcionaron una base sólida para el análisis matemático de la electricidad. Parte de su teoría afirma que los efectos eléctricos y magnéticos son causados por presiones ejercidas en el éter; según esto, los alambres, los imanes, etc., pueden ser considerados como conductores de dichas perturbaciones. La teoría de Maxwell sirvió como punto de partida para los notables experimentos de Hertz sobre las ondas electro-magnéticas, con los que se inició la era de la radio. Maxwell también aportó valiosas contribuciones al estudio científico del color y a la teoría cinética de los gases.

¿Quién cambió el panorama de la física con sus revolucionarias teorías?

   Albert Einstein, nacido en Ulm, Alemania, en 1879, fue el autor de uno de los descubrimientos más revolucionarios de los últimos tiem­pos, no sólo en el campo de la física, sino también en el de la filosofía. Se trata de la teoría de la relatividad, que modificó los con­ceptos del espacio y del tiempo, considerados hasta entonces como inamovibles. Según ella, el espacio y el tiempo no guardan siempre la misma relación entre sí sino que es­tán sometidos a un principio relati­vista según el cual todos los movi­mientos son relativos al sistema en el cual se halla el espectador que los mira. A partir de entonces, la física de Newton era válida, únicamente, para un espectador que se encontrara en la Tierra, pero no para otro que estuviera en un punto distinto del Universo.
   Esta famosa teoría, que salió a la luz en 1916, demostraba además la equivalencia entre materia y energía, sintetizando su tesis con la fórmu­la E = mc²:
   Energía (E) es igual al producto de la masa (m) por el cuadrado de la velocidad de la luz (c²). En 1921 se concedía a Einstein el Premio Nobel de Física. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue desposeído de su cátedra y de su ciudadanía por los nazis, a causa de sus ideas y de su origen judío. En­tonces se trasladó a Princeton, Es­tados Unidos, donde residiría hasta su muerte en 1955. Su teoría de la relatividad ha tenido múltiples impli­caciones en el campo de la física y la filosofía y ha sido interpretada de varios modos por sus seguidores.

Los descubrimientos de Michael faraday

   Antes de que se conocieran los trabajos de Faraday, la única manera de producir energía eléctrica eran las baterías; pero la corriente producida por ellas no era muy potente y resultaría inadecuada para la mayoría de los usos que damos a la elec­tricidad actualmente.

   En 1831, Faraday hizo un gran descubrimiento: encontró que era posible hacer circular la corriente eléctrica por un carre­te de alambre con sólo mover dicho carrete en el campo magnético que se forma en­tre los dos polos de un imán en forma de U. La fuerza de la corriente puede aumen­tarse haciendo que el alambre del carrete tenga mayor número de vueltas y em­pleando imanes más potentes. Todos los generadores que proporcionan la electri­cidad necesaria en nuestra época, están hechos con imanes y carretes o bobinas de alambre; para moverlos se emplean rue­das hidráulicas o calderas de vapor.

   Faraday demostró también que si se hace pasar una corriente eléctrica por un alambre y se coloca dentro de un campo magnético, el mismo alambre se mueve. Este descubrimiento sirvió de base para el perfeccionamiento y desarrollo de los mo­tores eléctricos.

   Fue tanta la importancia de estos dos descubrimientos que, con frecuencia, se llama a Faraday el padre de la era de la electricidad. También en el campo de la química hizo Faraday algunos descubri­mientos; entre ellos el de la bencina, que sirve de punto de partida para la fabrica­ción de tinturas, perfumes y explosivos.
   Los resultados de los trabajos de Fara­day son más asombrosos todavía si to­mamos en cuenta que su instrucción es­colar fue muy deficiente.

   Faraday nació en 1791 en la población de Newington, que ahora es un subur­bio de Londres. Su padre era herrero y no tenía medios para mandarlo a la escuela; pero el muchacho entró a trabajar en una librería y allí se despertó su interés por los libros científicos.


   Un día, el joven Faraday asistió a una conferencia del famoso hombre de ciencia, sir Humphry Davy y tomó cuidadosamen­te algunas notas; de regreso a la librería, hizo algunos dibujos que ilustraban las explicaciones de Davy, los puso junto con las notas en un libro y lo envió al gran sabio, acompañado de una carta donde ex­presaba su interés por la ciencia.

   Davy se interesó por él y le pidió que lo fuera a ver. Como resultado de esa visita, Faraday se convirtió en ayudante del cé­lebre sabio. Al principio, Faraday lavaba los utensilios de cristal y hacía la limpieza del laboratorio, pero poco a poco le fueron confiados trabajos más importantes. A base de constancia llegó a ser un gran hom­bre de ciencia.



Luigi Galvani

   El galvanismo es un fenómeno físico por el cual dos metales diferentes, que general­mente son el cobre y el cinc, producen electricidad al ponerse en contacto con un líquido interpuesto.
   El descubrimiento de este fenómeno, que permitió a Volta realizar sus estudios acerca de la electricidad, se debe al físico y médico italiano, Luigi Galvani (1737-1798).
   Galvani no se proponía encontrar la electricidad dinámica o galvanismo; se de­dicaba a la anatomía principalmente, y en una ocasión en que le había hecho la disec­ción a una rana, la colocó sobre una mesa encima de la cual había una máquina eléc­trica. Uno de sus ayudantes tocó casual­mente los nervios de las patas del animal con un cuchillo de disección, y éstas se contrajeron violentamente. Al repetir el contacto, notaron que lo mismo sucedía cuando se hacían saltar chispas de una má­quina eléctrica.
   Galvani hizo gran número de experi­mentos de esta misma índole y trató de aislar la electricidad de la rana. Cuando por fin publicó una obra con sus ensayos, suscitó el interés de numerosos físicos y fisiólogos de su época, que se dedicaron a repetir los experimentos de Galvani e intentar mejorarlos.
   Volta fue uno de los principales físicos que se dedicó a estos estudios, aunque, en muchos aspectos, no estuvo de acuerdo con las teorías de Galvani.

Robert Andrews Millikan

   Robert Andrews Millikan (1868-1953) fue un físico estadounidense nacido en Morrison, Illinois. Estudió sucesivamente en el Oberlin College, de Ohio, y en la Universidad de Columbia, de Nueva York, en los E.E.U.U., y en las de Berlín y Gottinga, en Alemania. Ingresó en el cuerpo de profesores de la Universidad de Chicago en 1896, y en 1921 se lo nombró director del Norman Bridge Laboratory of Physics del Ins­tituto Tecnológico de Pasadena, California, E.U.A. Fue, además, miembro del National Research Council, jefe de los departamentos científico y de investigación del Army Signal Corps de los E.U.A., y miembro de la Comisión de Auxilios Belga. En 1939 el Dr. Millikan se trasladó a Tasmania en compañía de dos de sus asistentes, donde efectuó mediciones de la electricidad de los rayos cósmicos median­te la elevación de globos provistos de elec­troscopios. Millikan se distinguió especial­mente por sus investigaciones sobre la es­tructura atómica y los rayos cósmicos, que son las radiaciones electromagnéticas más po­derosas que se conocen. Demostró que dichas radiaciones son una forma de energía que tie­ne su origen en algún punto del espacio, plan­teando la pregunta de si el proceso de recons­trucción y desintegración se halla en pleno desarrollo en el universo. Sus investigaciones le valieron el Premio Nobel de Física, en 1923.

¿Quién inventó una especie de olla a presión para propul­sar a los barcos?

   Ya Leonardo da Vinci había intuido la fuerza que puede producir el vapor de agua. Pero el primero en construir una máquina que aprovechaba el vapor de agua para empujar un ém­bolo dentro de un cilindro fue el mé­dico francés Denis Papin (1643-1712), en el año 1690. Papin, aunque había estudiado me­dicina, pronto se sintió atraído por los misterios de la física, así se con­virtió en discípulo y amigo del ho­landés Huygens, que había logrado importantes aplicaciones de la pól­vora como fuente de energía. Pero a Papin no le fue bien en su país, en parte por el poco éxito de sus inven­ciones y en parte por causa de su religión calvinista, por lo que decidió emigrar a Inglaterra. Allí colaboró con Robert Boyle, famoso por sus es­tudios sobre la composición y peso del aire, y allí también inventó Papin en 1679 el ingenio que habría de ha­cerle más famoso: la marmita de Papin, un rudimentario autoclave provisto de una válvula de seguridad, a la que dio el nombre de digester, y que era ni más ni menos que una antepasada de la olla a presión que hoy es de uso corriente en tantos hogares.

¿Quién fue tan gran inventor como artista?


   Si hubiera que establecer una clasi­ficación de todos los genios e in­ventores conocidos en la historia de la humanidad, sin duda Leonardo da Vinci ocuparía el primer puesto. La personalidad creadora de Leo­nardo se nos aparece hoy como casi increíble y, desde luego, admirable. Sin entrar a considerar la figura de Leonardo da Vinci como artista, uno de los más grandes de todos los tiem­pos, hay que decir que el genial toscano fue capaz de adelantarse varios siglos en prácticamente todos los campos de la ciencia. A lo largo de más de cinco mil páginas repletas de bellísimos bocetos, Leonardo de­talló sus observaciones científicas y descripciones de inventos de todo tipo: sobre ingeniería civil y militar, mecánica, astronomía, geología, anatomía, botánica y hasta aeronáu­tica, en una asombrosa combinación de arte y ciencia.

¿Quién explicó que se podía levantar cualquier cosa con un punto de apoyo?

   El año 212 antes de Cristo los roma­nos tomaron la colonia griega de Siracusa, en la isla de Sicilia. Ello pro­vocaría la muerte del más famoso de sus habitantes, el sabio Arquí­medes, y no precisamente porque éste fuera un personaje violento. Cuenta la tradición que Arquímedes murió atravesado por la espada de un soldado romano a quien él había llamado la atención por pisar la arena en la que estaba tratando de resolver un problema geométrico. Se puede decir que Arquímedes, nacido en 287 a.C., estaba destinado a acabar sus días pendiente de sus cálculos y problemas, pues a juzgar por lo que descubrió e inventó debió pasar su vida absorto en ellos. A Ar­químedes se le atribuyen unos cua­renta inventos, algunos de ellos tan importantes como la polea compuesta o polipasto, la rueda denta­da, el tornillo sin fin y la cóclea, o tubo con una rosca o hélice en su interior que hacía ascender el agua. Sin embargo, parece ser, según dice el historiador Plutarco, que Arquímedes contemplaba con cierto des­dén sus propios ingenios susceptibles de aplicación práctica en compara­ción con la satisfacción que le pro­ducían sus descubrimientos teóricos. De éstos, el que haría más famoso a Arquímedes fue el principio que lleva su nombre, a cuya importancia se acompaña tradicionalmente una anécdota muy propia del clásico sa­bio distraído: se cuenta que, cuando Arquímedes observó un día en el baño la cantidad de agua desplazada por su propio cuerpo y cayó en la cuenta de que todo sólido sumergido en un líquido pierde de peso una can­tidad igual al peso del líquido que desaloja, salió corriendo del baño, y desnudo se dirigió hacia su casa gri­tando ¡Eureka, eureka!, que en grie­go quiere decir lo he encontrado. Una frase famosa de Arquímedes fue: Dadme un punto de apoyo y le­vantaré el mundo. Con ella expuso nada menos que la ley de la palanca, que acababa de descubrir; trataba de explicar el principio por el cual la palanca, la máquina más simple, puede levantar cualquier peso, por muy grande que éste sea, siempre que encuentre un punto de apoyo adecuado.

George Stephenson

   Pocos inventores han tenido un ori­gen tan humilde como George Stephenson (1781-1848). Su padre era fogonero de las bom­bas de una mina, en el miserable poblado minero de Wylam, cerca de Newcastle, en Inglaterra, con el mezquino jornal de 12 chelines por semana. En una casa de una sola habitación, cercana a la boca de la mina, vivía el muchacho con sus padres y sus cinco hermanos. Los niños no iban a la escuela; el alimento escaseaba. Su infancia transcurrió en estas duras condiciones. A los 14 años, ya trabajaba en la mina como ayudante de su pa­dre y con el jornal de 1 chelín diario.

Los inventores del globo aerostático

   Jacques-Étienne Montgolfier (1745-1799) y Joseph-Michel (1740-1810). Invento­res e industriales franceses, nacidos ambos en Annonay. Se atribuye a ambos hermanos la invención del globo aerostático, lo que inau­gura la aeronáutica en su fase de investigacio­nes a base de aparatos más ligeros que el aire.
Jacques-Étienne estudió arquitectura, pero al cabo se dedicó a la industria papelera en la fábrica de su padre, en la que introdujo im­portantes mejoras técnicas, y a los experi­mentos en materia de aerostática. Joseph-Michel se dedicó a la elaboración de sustancias quí­micas, así como a la fabricación de papel, y con su hermano al diseño de aeróstatos.
   En 1783, en un globo inflado con aire calien­te y fabricado por ambos hermanos, se efec­tuó lo que se considera como la primera ascen­sión libre por seres humanos. Posteriormente el mismo Joseph-Michel efectuó otras ascensiones. Fue miembro de la Academia de París y cola­boró con su hermano en diversas publicaciones técnicas.

¿Quién fue el gran químico que murió guillotinado?


A sus 25 años, Antoine-Laurent Lavoisier era ya famoso por sus investigaciones y fue elegido miem­bro de la Academia de Ciencias. Había nacido en 1743 en París, en el seno de una familia acomodada, lo que le permitió estudiar en los mejores colegios de la capital; no tardó mucho en demostrar unas extraordinarias aptitudes para asi­milar todos los conocimientos exis­tentes entonces sobre el mundo de la química y adentrarse en ese mun­do casi desconocido con sorpren­dente clarividencia. La contribución científica más im­portante de Lavoisier fue la de de­terminar las propiedades del oxí­geno y explicar con certeza el fe­nómeno de la combustión. Hasta entonces se había aceptado la teoría flogística de Stahl, según la cual los cuerpos combustibles con­tienen un elemento, el flogisto, ca­paz de transformarse en materia del fuego por la acción de una tempera­tura elevada. Lavoisier explicó que la combustión consiste en la combi­nación del oxígeno con otros ele­mentos. Demostró que la combustión puede ser rápida, por ejemplo al quemarse la madera, o lenta, por ejemplo al oxidarse el hierro. La­voisier pudo explicar así la alimenta­ción como proceso de combustión. Lavoisier no sólo es considerado el fundador de la química moderna, sino también el primero capaz de ponerla al alcance de todos los hombres, liberándola del oscuro lenguaje que había heredado de la alquimia. Lavoisier definió a la ma­teria por su propiedad de tener pe­so, estableció un sistema de no­menclatura química que se ha con­servado hasta hoy y expuso una tabla de elementos que contiene 23 elementos verdaderos. Todo ello está recogido en la obra fundamen­tal del químico parisino: Traite élémentaire de Chimie, calificada co­mo la primera gran síntesis de los principios de la química. En esa obra se expone igualmente su fa­mosa ley de la conservación de la materia: Nada se crea...; en todo proceso hay una cantidad igual de materia, tanto antes como después del mismo.

¿Quién dio su nombre a una escala termométrica?

   Así como los anglosajones a la hora de medir distancias prefieren utilizar la milla en vez del kilómetro, o las pulgadas en lugar de los centíme­tros, también para medir la tempe­ratura emplean una escala diferen­te. La mayoría de los termómetros en Estados Unidos todavía emplean la escala Fahrenheit en vez de la escala cen­tígrada.

   Gabriel Daniel Fahrenheit dejó su apellido definitivamente ligado a los termómetros anglosajones en parti­cular, y a la ciencia en general, gra­cias a sus experimentos e inventos, entre los cuales destaca precisa­mente el de la escala termométrica que lleva su nombre. Fahrenheit era un físico de origen polaco nacido en Gdansk (Danzíg) el año 1686. Du­rante su vida, de la que pasó largos años residiendo en Inglaterra y Holanda, se dedicó a perfeccionar ins­trumentos de física y meteorología, al tiempo que inventaba otros. Hay que decir que no sólo ideaba tales instrumentos de precisión sino que también los comercializaba, ya que había estudiado comercio en Ams terdam. Fahrenheit inventó un mo­delo de barómetro y también un aerómetro, aparato para medir la densidad del aire. En 1714 compro­bó que la dilatación regular del mer­curio hacía de éste el cuerpo más apropiado para ocupar los tubos de los termómetros, que por entonces eran de alcohol y muy rudimentario, y puso a punto el termómetro de mercurio.

¿Quién estableció la teoría atómica que lleva su nombre?


   El defecto visual de la acromatopsia o ceguera cromática es comúnmen­te llamado daltonismo. Ello se debe a que John Dalton no sólo padeció tal defecto sino, principalmente, a que fue el primero en estudiarlo. La ceguera cromática es una anormali­dad de la visión que impide la per­cepción de algunos colores. Varias personas, aunque no tienen cegue­ra completa para un determinado color, ven con dificultad el rojo o el verde. Dalton, que padecía esta anormalidad para el rojo, definió científicamente la acromatopsia. Sin embargo la fama de Dalton co­mo científico no se basa precisa­mente en esos estudios sino en los que efectuó sobre la naturaleza ató­mica de la materia. Sus investiga­ciones acerca de los gases atmosfé­ricos le condujeron a la conclusión de que tales gases, al igual que los cuerpos sólidos y los líquidos, esta­ban compuestos por partículas ele­mentales o átomos. Esta afirmación venía a resucitar, en cierto modo, la teoría expuesta 23 siglos antes por el filósofo griego Demócrito. John Dalton estudió especialmente la combinación de gases como el oxígeno y el nitrógeno, llegando a la deducción de que las reacciones químicas consisten en la unión de uno o varios átomos de un elemen­to con los de otro u otros. La exis­tencia de los átomos, sus ca­racterísticas (masa y propiedades iguales en un mismo elemento, indi­visibles en las reacciones químicas) y sus combinaciones fueron expli­cadas en lo que se llama Teoría ató­mica de Dalton, contenida en su obra Nuevo Sistema de Filosofía Química publicada en 1808.

¿Quién ideó el primer barco que navegó con ruedas de pa­letas?

   El punto de partida de la navegación a vapor puede fijarse en agosto de 1807, cuando el barco Clermont re­montó el río Hudson desde Nueva York hasta Albany (270 kilómetros) en treinta y dos horas, y después lo descendió en sólo treinta. Los mu­chos escépticos que, por su cuenta, habían bautizado al barco Fulton's Folly (La chifladura de Fulton) hubie­ron de batirse en retirada. El ingeniero creador del Clermont era Robert Fulton, nacido en Pennsylvania en 1765, quien, aparte de po­seer dotes poco comunes para la mecánica, tenía como ocupación principal la de pintar. Hacia 1787 se trasladó a Gran Bretaña, donde pa­tentó un sistema de esclusas para la navegación en canales, así como máquinas de aserrar mármol, fabricar sogas e hilar cáñamo. Luego se tras­ladó a París, donde, tras experimen­tar sin éxito un modelo de torpedo autopropulsado, comenzó a interesarse por las posibilidades de la na­vegación a vapor, y así probó su primera embarcación de este tipo en 1803 en aguas del Sena, con resultado satisfactorio. Fulton ofreció su inven­to—y además un submarino cuya hélice se accionaba a mano— al pri­mer cónsul. Napoleón Bonaparte, quien los rechazó, perdiendo quizá con ello la oportunidad de acabar con la supremacía británica en los mares. Fulton trabó amistad con el represen­tante norteamericano en París, Ro­bert Livingston, otro convencido de las posibilidades de la navegación a vapor. Decepcionados ambos por el poco interés que demostraban los franceses por sus ideas, volvieron a América en 1806, dispuestos a construir el que sería famoso barco Clermont.